Aunque la compañía dice que los problemas encontrados en 2011 y 2012 se resolvieron en su momento, la revelación puede dañar aún más la reputación de una potencia china.
Durante meses, Huawei Technologies Co. se ha enfrentado a las acusaciones de Estados Unidos de haber burlado las sanciones a Irán, haber intentado robar secretos comerciales a un socio comercial y haber amenazado con permitir el espionaje chino a través de las redes de telecomunicaciones que ha construido en Occidente.
Recuerda que si tienes una avería Vodafone puedes contactar con ellos en el enlace anterior.
Ahora, Vodafone Group Plc ha reconocido a Bloomberg que ha encontrado vulnerabilidades desde hace años en los equipos suministrados por Huawei, con sede en Shenzhen, para el negocio italiano de la compañía. Aunque Vodafone afirma que los problemas se han resuelto, la revelación puede dañar aún más la reputación de uno de los principales símbolos de la destreza tecnológica mundial de China.
La mayor compañía telefónica de Europa identificó puertas traseras ocultas en el software que podrían haber dado a Huawei acceso no autorizado a la red de telefonía fija de la compañía en Italia, un sistema que proporciona servicio de Internet a millones de hogares y empresas, según documentos informativos de seguridad de Vodafone de 2009 y 2011 vistos por Bloomberg, así como personas involucradas en la situación.
Lo que le pidió Vodafone a Huawei
Vodafone pidió a Huawei que eliminara las puertas traseras de los routers de Internet domésticos en 2011 y recibió garantías del proveedor de que los problemas se habían solucionado, pero las pruebas posteriores revelaron que las vulnerabilidades de seguridad seguían existiendo, muestran los documentos. Vodafone también identificó puertas traseras en partes de su red de acceso fijo conocidas como nodos de servicio óptico, que son responsables de transportar el tráfico de Internet a través de las fibras ópticas, y otras partes llamadas gateways de red de banda ancha, que manejan la autenticación de los suscriptores y el acceso a Internet, dijeron las personas. Las personas pidieron no ser identificadas porque el asunto era confidencial.
Una puerta trasera, en términos de ciberseguridad, es un método para eludir los controles de seguridad para acceder a un sistema informático o a datos cifrados. Aunque las puertas traseras pueden ser comunes en algunos equipos de red y software porque los desarrolladores las crean para gestionar el equipo, pueden ser explotadas por los atacantes. En el caso de Vodafone, los riesgos incluían el posible acceso de terceros al ordenador personal y a la red doméstica de un cliente, según los documentos internos.
El gobierno de Trump, argumentando que tales evasiones de la seguridad en los equipos de Huawei podrían invitar al espionaje por parte del Estado chino, está tratando de persuadir a los aliados occidentales para que bloqueen a la empresa en la próxima generación de redes móviles. Huawei ha negado repetidamente que cree puertas traseras y dice que no está en deuda con Pekín.
La capacidad de Huawei para seguir obteniendo contratos de Vodafone, con sede en Londres, a pesar de las preocupaciones de seguridad de la compañía, pone de relieve el reto al que se enfrenta Estados Unidos al intentar obstaculizar al principal proveedor de equipos de telecomunicaciones del mundo y al segundo de teléfonos inteligentes. Huawei compite con un grupo de empresas occidentales, como Nokia Oyj y Ericsson AB, por el despliegue de redes inalámbricas de quinta generación, o 5G.
Vodafone ha defendido a Huawei contra la embestida de Estados Unidos, que ha colocado a Europa -el mayor mercado de Huawei fuera de China- en medio de una batalla comercial entre dos superpotencias. Lo que está en juego es el liderazgo en áreas clave, principalmente la tecnología 5G, diseñada para apoyar el Internet de las cosas y las nuevas aplicaciones en industrias que abarcan desde la automoción hasta la energía y la sanidad. El consejero delegado de Vodafone, Nick Read, se ha unido a sus colegas para oponerse públicamente a cualquier prohibición de Huawei en el despliegue de la tecnología 5G, advirtiendo de mayores costes y retrasos. Este desafío demuestra que los países europeos están dispuestos a arriesgarse a irritar a Estados Unidos en nombre de la preparación para el 5G.